Nos encanta hablar de grifería ya que es uno de los equipamientos de la casa a los que se les da un gran uso , los usamos a diario en la ducha , el baño, el fregadero de la cocina, el lavadero, el jardín, o sea en toda la casa y realmente no les damos la importancia que se merecen y cuando queremos darnos cuenta ya es tarde , gotean y muchas veces ya no tienen remedio.
La primera premisa a tener en cuenta a la hora de comprar grifos es que a mayor calidad, menor mantenimiento.
Una vez ya nos hemos decidido por una marca u otra es muy importante mantenerlos en las mejores condiciones de manera que alarguemos su vida al máximo.
Hemos leído infinidad de veces que NUNCA debemos usar productos abrasivos para limpiar la grifería y nos parece que no está de mas repetirlo tantas veces como haga falta. No utilizar productos que contengan ácidos ni amoníaco ya que disminuyen el brillo del cromado. Lo ideal es utilizar jabones neutros.
El principal problema que tienen los grifos es la cal (y ni te digo en la zona del mediterráneo). Para combatirla lo primero sería instalar un descalcificador tanto con él o sin él se debería utilizar bayeta o esponja para limpiarlos , si es necesario un poco de vinagre contra la cal y zumo de limón para potenciar el brillo del cromado.
Otro de los problemas que puede presentar el grifo es que el chorro deje de ser uniforme o pierda presión, esto se debe a que se ha acumulado cal en el aireador o en el rociador, para ello debemos desmontarlo con cuidado , protegiendo con un paño antes de aplicar la herramienta para no rayar el cromo.
En el caso de que las rejillas de los aireadores se estropeen con el paso del tiempo es posible cambiarlas, eso si, siempre que se trate de marcas de calidad duraderas en el tiempo podrás encontrar los repuestos que necesites.